Aunque aún falta mucho rodaje, los juveniles notaron cierta mejoría respecto a los partidos anteriores. Para empezar han reducido treinta puntos de diferencia desde el partido anterior. La imagen todavía no es muy buena; muchas dudas, mucha gente hablando, y un tercer tiempo que si no llega a ser por Chencho no hubiera existido. (Fue curioso ver preparando los sandwich a los jugadores del Liceo en nuestro propio convite).
En frente un Liceo sin interés en evadirse en los contactos. Una forma de jugar que generó muchos más placajes y rucks que en el partido contra Alcobendas. Empezamos 15 y acabamos 13, Brian y Pablo tocados . Al final los ensayos siempre fueron desbordando en el exterior por acumulación de jugadores en agrupamientos.
Lo positivo, que somos quizás el equipo más grande de la categoría y que cuando empezemos a dominar algunas fases y algo de técnica individual, podremos hacer muchas cosas con nuestro poderío físico. Ya se empezaron a ver algunas recuperaciones de balón interesantes.
Los dos próximos partidos; Cisneros (todavía uno de los fuertes de la categoría) y Soto del Real, deben servir para consolidar el equipo. Ajustar algunas consillas como el placaje, la entrada en Melé y la primera cortina defensiva van a servir para empezar a dar cierta eficiencia a nuestro juego. Poco a poco.
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